La Municipalidad de Providencia usó los terrenos de Pocuro 2878, para que los vecinos tuvieran un campo recreativo, donde sólo había dos canchas de fútbol, las que cada año albergaban las ramadas del 18 de septiembre. En principio la idea era establecer un complejo multideportivo, pero la relevancia nacional que en esos años alcanzó el tenis, debido a la meritoria participación de Chile en la Copa Davis, hizo que se transformara la idea inicial.
Poco a poco, el club se transforma en un club privado, con una administración mixta, integrada por siete directores, donde los socios eligen tres representantes y la autoridad edilicia los cuatro restantes.
Lo que en estos días parece una broma, es que el presupuesto mensual para 1975 consideraba tres mil pesos mensuales para solventar un profesor de tenis, un canchero de mantención, dos ayudantes y cuatro peloteros. En diciembre de ese año había cerca de 50 socios inscritos.
El 1 de enero de 1976 se nombró a don Mariano Paine, mayordomo del estadio, como encargado de la mantención de las canchas y a Marco A. Castillo del Club de Tenis de la Universidad de Chile, con las funciones de impartir clases, asesoramiento en la mantención de las canchas y creación de escuelas de tenis.
El 27 de enero de 1976 se conoce una noticia de importancia: La posibilidad de la construcción de tres nuevas canchas para el Club de tenis y habilitación de la multicancha para el funcionamiento de la Escuela de Tenis. Hoy apreciamos una idea visionaria hecha realidad.
Y es precisamente gracias a toda esta historia visionaria que cada año podemos recibir en buenas condiciones a una serie de jugadores internacionales para llevar a cabo torneos de calidad y con puntos ATP, como nunca antes se había podido hacer en Chile. Además, cuenta con clases particulares para todas las edades y con actividades para los más de 1000 socios actuales.