Mucho ruido ha causado la solicitud que realizará a la Federación Internacional de Tenis (ITF) el ex tenista chileno Marcelo Ríos para que lo reconozca como el campeón del Abierto de Australia de 1998, certamen en el que el nacional cayó en la final ante el checo Petr Korda.
El "Chino" tendrá el apoyo de la Federación de Tenis de Chile (FTCh) para esta petición, argumentando que Korda habría jugado ese certamen con doping positivo. De hecho, meses después de que el europeo ganara el Grand Slam fue castigado por la ATP por el consumo de ilícitos.
Ya han pasado poco más de 17 años de aquella final que se disputó el 1 de febrero de 1998. Ríos llegaba a la definición con el sueño de ser el primer chileno en ganar un Grand Slam y habiendo dejado en el camino al hispano Alberto Berasategui en cuartos de final y al francés Nicolás Escudé en semifinales.
Pero en el decisivo pleito, se encontró con un Korda intratable, quien cimentó una victoria contundente. El checo sólo tardó una hora y 25 minutos para imponerse sobre Ríos con un triple 6-2.
La gloria en Oceanía llevó al europeo al segundo lugar del ranking y le siginficó ganar 434.600 dólares.
Pese a que en marzo del mismo año consiguió convertirse en la primera raqueta latinoamericana en alcanzar el N°1 del ranking ATP, la caída significó un duro golpe para Ríos, puesto que jamás un chileno había ganado un Grand Slam.
Con su derrota en la final, se sumó al nacional Luis Ayala, quien disputó el título de Roland Garros en 1958 y 1960 fallando en ambos intentos, y desaprovechó la chance de unirse a los tenistas sudamericanos que han ganado un certamen de estas características.
Pero esa situación podría cambiar en caso de que la ITF acoja el pedido de Ríos y finalmente opte por validar el título que el "Chino" ansía adjudicarse por secretaría.
Por: Rodrigo Cáceres.
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