Por Redacción
En otra demostración de que pasa por uno de los mejores momentos de su carrera, Fernando González (12º de la ATP) sacó a relucir todo su poderío para derrotar por un categórico 6-3, 3-6, 6-0 y 6-4 a Andy Murray (3º), y marcar un hito en su trayectoria, puesto que disputará por primera vez las semifinales de Roland Garros.
El tenista nacional, en su intención por llegar a la final del tradicional certamen parisino, chocará el próximo viernes a las 07:00 horas (11:00 GMT) ante el sorpresivo sueco Robin Soderling (35º).
El comienzo del partido fue una demostración de la solidez que viene exhibiendo el número uno de Chile. Y es que la arcilla parisina ha sido testigo de, quizás, el mejor tenis de su vida.
Con un Murray incómodo y desconcertado, González logró el primer golpe en el momento preciso: quebró en el octavo juego para ponerse 5-3 y cerrar el primer parcial con un tenis contundente.
El nacional mostró su habitual derecha desde el fondo de cancha para desarmar los toques de talento de Murray. Esos golpes, el jugador de La Reina, los mezcló con lucidos drop shots y con un impecable servicio.
En el segundo set, el británico intentó una reacción y lo consiguió aprovechando los errores de González, quien en una pequeña laguna, falló un par de remates en la red para permitir que el europeo pudiera respirar.
El escocés se quedó con el capítulo por 6-3, pero no fue más que un espejismo, puesto que el chileno era infinitamente superior. El santiaguino dejó ver sus golpes más certeros y la dosificación que ha mostrado a lo largo de la temporada -jugando menos torneos que el resto de los tenistas- le comienza a dar frutos, puesto que el nacional siempre fue más rápido en sus desplazamientos, tanto en el fondo de la cancha como corriendo hacia la red para cerrarles los espacios a los peligrosos golpes de su contrincante.
Todos esos ingredientes hicieron de González un gigante ante un Murray estupefacto. Fue así como en el tercer set se transformó en un monólogo para el crédito nacional, quien ganó el parcial por un contundente 6-0.
El bombardeo final
Murray estaba al borde del colapso. Se recriminaba duramente e incluso celebraba puntos que lograba con más fortuna que trabajo y su incomodidad en el polvo de ladrillo se hizo evidente.
Eso lo aprovechó González. El cuatro veces ganador del ATP de Viña del Mar hizo correr al británico, lo obligó siempre a defenderse y logró que perdiera el control de su tenis.
Fue así como el chileno consiguió el ansiado quiebre en el octavo juego del cuarto set para ponerse 5-3. Parecía la tarea cumplida, pero el oriundo de Escocia dio manotazos de ahogado y le devolvió la gentileza para poner algo de tensión en un "Phillipe Chatrier" que esperaba seguir viendo tenis del bueno.
Fue así como el chileno consiguió el ansiado quiebre en el octavo juego del cuarto set para ponerse 5-3. Parecía la tarea cumplida, pero el oriundo de Escocia dio manotazos de ahogado y le devolvió la gentileza para poner algo de tensión en un "Phillipe Chatrier" que esperaba seguir viendo tenis del bueno.
Pero González no estaba para esperas y capitalizando los yerros de su rival, volvió a quebrar para cerrar el partido tras dos horas y 15 minutos.
Ahora la tarea es vencer a la gran sorpresa de Roland Garros, el sueco Robin Soderling, quien ya dejó en el camino a Rafael Nadal y al ruso Nikolay Davydenko. Será un duelo de dos tenistas ilusionados con marcar un hito en su carrera, dos que sueñan con quedarse con el ansiado Trofeo de Los Mosqueteros.
Ante el escandinavo, Fernando González ha jugado en siete ocasiones con cuatro victorias para el chileno y tres para el sueco, aunque el nacional tiene un claro 2-0 en arcilla: lo derrotó en Montecarlo 2006 y en el Mundial de Düsseldorf 2008.
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