Para ningún chileno es algo ajeno terminar con sabor amargo tras algún encuentro de Copa Davis. El último en Croacia no fue la excepción. Pero con la efervescencia que están generando las futuras elecciones en nuestro tenis, el tema ha salido a la palestra. ¿Debería o no seguir Hans Gildemeister de capitán de la selección de tenis?
El próximo 25 de abril son las elecciones del Directorio de la Federación de Tenis de Chile y ante la posible permanencia de José Hinzpeter como presidente, el capitán de Copa Davis, Hans Gildemeister ha señalado que él también pretende seguir. Lo que a nuestro número uno, Fernando González le suena bien, ya que le parece bueno el trabajo realizado con el equipo. Claro, el mensaje está dado al pasar, a modo de espaldarazo a Hinzpeter. Si todos hemos visto que lo realizado en Copa Davis ha sido siempre, responsabilidad de los mismos jugadores. Hans se ha preocupado de sacarles lo mejor posible y si no han sido buenos los resultados, objetivamente, no tiene nada que ver con quién presida nuestra Federación.Tampoco se trata de que el actual presidente lo esté haciendo mal. Para nada. El proyecto de José Hinzpeter es a cuatro años, algo muy ambicioso para nuestra realidad, pero no por eso imposible. Su plan es establecer algo así como una “gerencia técnica” solamente dedicada a trabajar con y para el tenis profesional. Claro que no sólo pensar en la capacidad de jugadores, que eso tenemos, sino que lo que se necesitan son los recursos y ese “gerente” debe preocuparse de generarlos también. Eso es fundamental, por decirlo suave. Es lo primordial para que los nuevos talentos puedan sentir un respaldo oficial y así pensar en un posible futuro como tenista de primer nivel, con el respaldo económico institucional.
El próximo 25 de abril son las elecciones del Directorio de la Federación de Tenis de Chile y ante la posible permanencia de José Hinzpeter como presidente, el capitán de Copa Davis, Hans Gildemeister ha señalado que él también pretende seguir. Lo que a nuestro número uno, Fernando González le suena bien, ya que le parece bueno el trabajo realizado con el equipo. Claro, el mensaje está dado al pasar, a modo de espaldarazo a Hinzpeter. Si todos hemos visto que lo realizado en Copa Davis ha sido siempre, responsabilidad de los mismos jugadores. Hans se ha preocupado de sacarles lo mejor posible y si no han sido buenos los resultados, objetivamente, no tiene nada que ver con quién presida nuestra Federación.Tampoco se trata de que el actual presidente lo esté haciendo mal. Para nada. El proyecto de José Hinzpeter es a cuatro años, algo muy ambicioso para nuestra realidad, pero no por eso imposible. Su plan es establecer algo así como una “gerencia técnica” solamente dedicada a trabajar con y para el tenis profesional. Claro que no sólo pensar en la capacidad de jugadores, que eso tenemos, sino que lo que se necesitan son los recursos y ese “gerente” debe preocuparse de generarlos también. Eso es fundamental, por decirlo suave. Es lo primordial para que los nuevos talentos puedan sentir un respaldo oficial y así pensar en un posible futuro como tenista de primer nivel, con el respaldo económico institucional.
Luego de la última participación de Chile en Copa Davis, que además de romper las ilusiones de todos los chilenos, nos demostró una vez más que no podemos seguir confiando siempre en nuestras dos mejores cartas en la cancha. Hay que lograr destacar y potencias nuevos tenistas, que levanten el nombre del tenis chileno. Si Gildemeister en este momento dejó su cargo a disposición de la administración actual, lo más probable es que sea un acto basado en la confianza de la permanencia de Hinzpeter. Varios capitanes de la Davis lo han hecho, pero esta vez parece diferente. No porque se vaya a ir, sino que suena a confianza en la labor realizada. Queda mucho tiempo para la próxima serie de Copa Davis, así que tenemos tiempo para ver qué pasa. Veremos.
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