Cristóbal Saavedra: Un jugador para grandes cosas

Por Soledad Evans

Se dedica al tenis desde los 9 años cuando le regalaron una raqueta de tenis en el colegio. Entró al Club de Tenis de La Ligua como pasa pelotas y siempre aprovechaba para jugar al menos 20 minutos en las canchas. Así comienza el romance de este viñamarino con el tenis.

“Desde chico siempre soñé con eso y si bien hasta los 14 años nunca entrené más que 2 horas a la semana, los resultados a nivel nacional siempre se me dieron. Una vez que me dediqué al 100%, competí a nivel internacional y me di cuenta que tengo muchas chances de ser un jugador que puede estar para cosas grandes”, nos cuenta con toda humildad y pensando en su futuro.

Con el tiempo y la dedicación que le entrega al tenis consta de cuatro horas y medio de tenis, complementadas con dos horas de ejercicio físico, en épocas normales. Toda rutina cambia cuando está en competencias, pero nunca deja de entrenar. Gracias a su constante dedicación ha logrado que su cuerpo técnico haya crecido. En el comienzo sus primeros técnicos fueron Luchín Guzmán y Marcos Colignon, “Ellos se acercaron a mí luego de que hiciera la primera final en un nacional a los 14 años. Mi preparador físico, Ricardo Luna, también se mostró interesado en trabajar conmigo el año pasado cuando fui invitado a la Copa Davis con Canadá, y mi psicólogo César Padilla al cual lo conozco desde muy pequeño” nos cuenta con gran entusiasmo.

- ¿Qué partidos ganados recuerdas o significan algo importante para ti?

“Creo que la lista es larga! Pero creo que la primera final del nacional de 14 años marcó mucho en mi decisión de dedicarme al tenis, también el haber ganado el grado 1 de Barranquila, Colombia de 18 años, teniendo 17 años; donde le gané a 4 top 20 del mundo junior, incluyendo el 3. Fue un gran golpe de confianza, además de haber representado a Chile en el mundial de 16 años, donde como jugador 1 quedamos 4 del mundo”.

Como es de esperar, sueña con ganar Wimbledon “porque es increíble, una leyenda, el que más quiero, sin duda”, nos confiesa.

- Algún partido que sea inolvidable para ti y por qué

“Es difícil elegir uno, todos tiene un significado distinto y he tenido grandes batallas en cancha. Recuerdo esa semifinal en Colombia contra mi compañero Guille Rivera, él venía como 12 del mundo y yo como 180, mucha diferencia. Nunca le había podido ganar jugando en competencia, fue muy duro ese partido. Me acuerdo que jugamos en la cancha central y había más de 1000 personas, finalmente gané 4-6, 7-6 y 7-6, levanté un 0-4 en el tercer set y 3 match points. Fue muy emotivo y me di cuenta que estaba para cosas grandes”.

Se a autodefine como un tenista de gran juego de piernas y muy rápido en los desplazamientos, muy regular y siempre en la búsqueda de meter presión al rival con su derecha, que es su gran herramienta. Aunque está trabajando para que el saque sea su mejor arma.

El año pasado terminó el colegio, así que ahora tiene todo el tiempo para dedicarse al deporte de sus amores. No tiene la presión de entrar a la universidad, porque cuenta con todo el apoyo de sus padres y familiares en todas las decisiones que ha tomado.

Está tomando las cosas con calma para llegar a grandes cosas como sabe que está destinado. Es joven, pero tiene importantes opiniones. Con respecto al recambio en el tenis profesional piensa que “Se habla mucho y se hace poco. No tiene que haber un momento para recambio, porque las cosas se dan solas, es un resultado de un trabajo en conjunto, ya que los últimos 3 tenistas exitosos de Chile han sido esfuerzos propios. Me da una vergüenza que todos se suban al carro de la victoria”, señala.

Se considera un tenista de alto nivel y para respaldarse tiene excelentes resultados. No ve muy lejano estar en el equipo de Copa Davis en un par de años. En este momento viene saliendo de una lesión en el hombro y después, espera dedicarse a los Future de Argentina y Brasil, en abril y mayo.

Espera que el 2009 sea el año de su consolidación en los Future, para terminar con un ránking entre los 400 ATP, así el 2010 apuntar a torneos más grandes. “La idea es llegar a los top ten algún día”.