Por Soledad EvansGabriel tiene 18 años y la mitad de su vida la ha dedicado al tenis. A los 13 ya se definía como tenista, pero a los 4 ya estaba en un centro para deportistas de alto rendimiento. Metas claras, sin lugar a dudas.
El colegio para deportistas es lo que le ha permitido seguir adelante con el deporte y los estudios, sin abandonar ninguna de las dos cosas. En el colegio para deportistas estudia 3 horas de 12 a 15 hrs. Entrena todos los días de la semana. De lunes a viernes de 8 a 11.30 y después de 15.30 a 17.00 y los fines de semana, eso “dependiendo si hay torneo o no, generalmente juego partidos de entrenamientos en las mañanas cuando no hay competencia”, nos cuenta Gabriel.
Se autodefine como un tenista agresivo, cuyo mejor golpe es su revés.
En la cancha sólo piensa en lograr el objetivo y entre los partidos que más recuerda, comparte una de esas experiencias: “Una final que le gané a Andrés Bordachar en un Neo en el sur. Pero he vivido muy poco para poder decir con certeza un partido clave en mi trayectoria, ya que el tenis te da competencia todas las semanas por lo cual estás en constante ritmo de competencia y lo que vale es el presente”. Lo dice y eso es todo lo que necesita en su vida. Sabe que es un deporte costoso y lo asume: “El tenis de por sí es caro en todos lados, pero en Chile cuesta que surjan oportunidades para grandes tenistas” y con respecto a los hechos actuales de la Federación, nos aclara su posición: “No le tomo mucha importancia, nunca he tenido problemas con nadie de la Federación”.
Es bueno que tenga las cosas claras y sepa cómo se mueven las cosas en el mundo del tenis, sobre todo en estos días. Él está dedicado a entrenar, quiere ver si es posible jugar Futuros, apostando a ganador, con la fe de alcanzar el éxito. Si eso no funciona, ya tiene su plan B y ése es, conseguir una beca para ir a Estados Unidos. Así, llegar a su meta de entrar a los top 50 del ránking ATP y así “ser alguien y poder sobresalir”, como nos dice él mismo.
Es bueno que tenga las cosas claras y sepa cómo se mueven las cosas en el mundo del tenis, sobre todo en estos días. Él está dedicado a entrenar, quiere ver si es posible jugar Futuros, apostando a ganador, con la fe de alcanzar el éxito. Si eso no funciona, ya tiene su plan B y ése es, conseguir una beca para ir a Estados Unidos. Así, llegar a su meta de entrar a los top 50 del ránking ATP y así “ser alguien y poder sobresalir”, como nos dice él mismo.
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