Por Soledad Evans“El tenis es mi pasión, me alegra y me despeja de todo”. Así define Orlando este deporte dentro de su vida. A los 14 años ya lo tiene así de claro, porque lleva 9 años con una raqueta en la mano.
Confiesa que no se le ha hecho difícil complementar estudios y entrenamientos, porque confiesa que su secreto es ser organizado y metódico, “como buen deportista” dice él y que “cumple de buena forma” con sus labores de estudiante y con sus entrenamientos, que son generalmente entre 4 y 5 veces a la semana, tres horas cada vez. Así es como ha llegado a ser un deportista muy luchador y siempre tratando de dar su mejor tenis, aunque sobre sus golpes aclara que “son regulares, pero el que me da más confianza es el derecho”. Sabe que es lo que más quiere en la vida y en donde están puestas sus esperanzas futuras. “Nunca dejaría de ser tenista, porque es lo que más quiero y es parte de mi vida”. De hecho no se siente apoyado para nada por la Federación y considera que el supuesto recambio no es tal, “hace muchos años que están los mismos jugadores y no han logrado sacar nuevos tenistas al circuito”, opina tajante.
¿Cuál es el principal obstáculo para ser tenista en Chile?
“Que es un deporte caro, sobre todos para costear los viajes a distintos campeonatos dentro o fuera de Chile, además de los implementos necesarios para este deporte. A mí me hace falta auspicio, para los accesorios que necesito y que son de gran costo, como por ejemplo, rollo de cuerda, grip, ropa, pasajes entre otras cosas, etc. Lo que facilitaría el poder jugar el tenis”.
Ahora se encuentra entrenando muy duro para poder viajar y jugar menores. Su meta es surgir el 2010, porque comienza con la categorías menores de 16 y le encantaría mejorar cada vez más. A esperar los resultados y a estar atentos a sus frutos.
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