Por Soledad Evans“Mi padre jugaba tenis, entonces un día decidí ir a mirarlo y digamos que ese día fue el mejor de mi vida. Empecé a tener un sueño… Ese sueño era jugar al tenis. En ese mismo momento me vino un pensamiento muy profundo y a la vez me vino un sueño: convertirme en la mejor tenista del mundo.
“Los partidos más importantes para mí han sido los de COSAT, porque ahí están todos los mejores tenistas de Sudamérica. Los partidos son sinceramente muy difíciles, Cuando entras en la cancha es un sensación increíble, pero a la vez te pones nerviosa y te gusta. Te pones nerviosa porque empiezas a pensar en miles de cosas que no tienen que ver. Es tu partido… los partidos son impresionantemente increíbles. Necesitas de mucha mentalidad y físico.
“Pienso seguir con el tenis hasta que ya no pueda más… voy a seguir, porque tengo un sueño y no lo puedo abandonar así como así. Voy a luchar hasta que ese sueño se vuelva realidad… no importa cuanto me cueste, pues me defino como una muy buena jugadora. Considero que mi mejor golpe es la derecha, de todas maneras. Entreno muchísimo y en cada entrenamiento pongo el 100 por ciento de mí misma y en la preparación fisica también. Sinceramente les debo mucho a mis profesores.
“Mis metas como tenista profesional son muchas, pero una de ellas es convertirme en le mejor, ganar más Grand Slam que cualquier otro tenista. Mis modelos a seguir son Rafael Nadal y Ana Ivanovic, porque me parecen los mejores. Pero por ahora mi paso más inmediato es llegar a ser la número 1 en COSAT”.
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